Otro factor importante para evitar daños a la salud por ese procedimiento y que muchos de los usuarios desconocen, es la sensibilidad que pueden tener a los pigmentos utilizados.
Los tatuajes han evolucionado junto con la materia prima que se utiliza en cada diseño, y mientras que en la antigüedad se utilizaba hollín y carbón vegetal para dejar las marcas permanentes en la piel, hoy se cuenta con una gran variedad de tintas en el mercado del body art.
Las primeras modificaciones en piel se encontraron en la momia humana Ötzi, proveniente de los Alpes, y datan de hace más de cinco mil años; se hicieron con pequeños cortes para después frotar un carbón en la herida y así dejar líneas marcadas a lo largo de su cuerpo.