Durante estos días, las políticas migratorias y comerciales del Gobierno de Estados Unidos han generado un amplio debate, especialmente dentro de la comunidad latina.
Las amenazas del presidente Donald Trump sobre la imposición de un arancel del 25 por ciento a las importaciones mexicanas y las acciones relacionadas con la deportación masiva de inmigrantes han suscitado gran preocupación entre los mexicanos.
Estos eventos han desencadenado un movimiento social que utiliza las plataformas digitales para expresar el descontento y organizar respuestas colectivas.
POLÉMICA
El objetivo es movilizar a los consumidores latinos para que dejen de comprar productos de marcas que se consideran cómplices de decisiones que perjudican a los mexicanos y a otros grupos.
Entre las empresas señaladas por este movimiento destacan grandes corporaciones como Walmart y Starbucks, que han sido percibidas como responsables de decisiones que contravienen los principios de diversidad e inclusión, valores esenciales para una sociedad equitativa.
También se encuentran en la lista de empresas a boicotear marcas como Coca-Cola, las cuales, según algunos sectores, no han demostrado un compromiso genuino con las políticas inclusivas que beneficien a la población latina.
LAISHA WILKINS INVITA A COMPRAR PRODUCTO MEXICANO
Ante este escenario, figuras públicas como Laisha Wilkins han aprovechado su presencia en redes sociales para apoyar esta iniciativa.
Laisha Wilkins propuso una alternativa: en lugar de rendir homenaje al himno nacional, los mexicanos deberían optar por recomendar y comprar productos mexicanos para fomentar el apoyo a los empresarios y trabajadores locales.
"Yo adoro el Jabón Roma: biodegradable, no tóxico y agente antirredepositante (evita, durante el lavado, que la suciedad vuelva a la prenda), escribió en sus redes sociales.
INTERNAUTAS REACCIONAN
Esta recomendación fue bien recibida por muchos internautas, quienes como ella comenzaron a compartir sus propios productos y marcas preferidas.
Sin embargo, también hubo quienes argumentaron que no era necesario "defender" a los productos mexicanos, ya que su calidad sería suficiente para garantizar su compra.