Kaio Jorge, de penalti, y Lázaro convirtieron para la Canarinha, mientras que Bryan González había puesto en ventaja al Tri.
El primer campanazo de alerta en el abarrotado estadio Bizerrao de la ciudad de Gama, en el Distrito Federal de Brasilia, lo dio México con Israel Luna, quien exigió a los cinco minutos una defensa del portero local Matheus Donelli.
Luego Brasil reaccionó con una avalancha de ataques, la más clara de Peglow a los 15 minutos con un remate en el travesaño y luego con dos jugadas de peligro de Gabriel Verón que fueron atajadas por el portero mexicano Eduardo García, a la postre uno de los mejores del torneo.
Luego Brasil reaccionó con una avalancha de ataques, la más clara de Peglow a los 15 minutos con un remate en el travesaño y luego con dos jugadas de peligro de Gabriel Verón que fueron atajadas por el portero mexicano Eduardo García, a la postre uno de los mejores del torneo.
Antes de finalizar el primer tiempo, nuevamente, Gabriel Verón aproximó a la Canarinha al gol.
El segundo tiempo, en su inicio, fue una constante para Brasil en su intento desesperado por abrir el marcador y el equipo del técnico Guilherme Dalla Dea se volcó sobre la portería de García.
No obstante, a pesar de la insistencia brasileña, el primer gol fue marcado por los mexicanos a los 66 minutos en un centro de Eugenio Pizzuto que González capitalizó con golpe de cabeza para dejar sin posibilidad de defensa a Matheus Donelli.
Cuando el cronómetro avanzaba y el público comenzaba a desanimarse, después de un remate en el horizontal de Daniel Cabral, vino a los 82 minutos una jugada de penalti sobre Gabriel Verón que el VAR confirmó y en un certero cobro el artillero de Brasil, Kaio Jorge, puso el 1-1 al minuto 84.
Con el aliento de la hinchada, los anfitriones mantuvieron el pie en el acelerador pero se chocaron siempre con las atajadas de García, quien había sido la gran figura en la semifinal sobre Holanda que se definió por cobros desde punto penalti y en la que atajó tres disparos.
Pero Brasil estaba para una gesta grande ante su público.
Cuando todo parecía que iba a terminar igualado en el tiempo reglamentario y como pasó ante Francia en la remontada de la semifinal, apareció el lateral Yan Couto para habilitar al recién ingresado Lázaro, quien volvió a ser el salvador y convirtió el 1-2 que sentenció el cuarto título de la Canarinha en la categoría.
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