La velocista mexicana arrancó en el carril cuatro, gracias a la actuación que tuvo en las semifinales al parar el cronómetro en 51.58 segundos y colocarse como la mejor, y desde ahí comenzó su camino a la plata.
La atleta auriazul se mantuvo entre las primeras desde el disparo de salida, pero fue al momento que faltaban 150 metros, más o menos, cuando metió el acelerador y se colocó en el segundo lugar de la prueba, peleando con la jamaiquina Shericka Jakcson por el primer sitio.
Al final, no le alcanzó a Morán para ganar el oro, pero logró la mejor marca personal de su carrera, muy cerca de los 50 segundos, y con ello se convirtió en la segunda mexicana más rápida de la historia, sólo detrás de Ana Gabriela Guevara, quien dejó su mejor tiempo por debajo de los 49 segundos.