La última apelación interpuesta por los abogados de Víctor Saldaño, argentino condenado a la pena capital en Texas, fue rechazada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, a pesar de todas las gestiones realizadas por el Gobierno de Argentina y de la intervención de la Iglesia Católica.
Lo anterior fue dado a conocer por los medios locales, Saldaño fue condenado a la pena de muerte por un asesinato cometido en Texas en el año de 1996 tras haber ingresado de manera ilegal al país de las barras y las estrellas en 1995, y haberse desempeñado en varias tareas en la ciudad de Nueva York, viaja a Dallas donde conoce a Jorge Chávez de origen mexicano, con quien comparte habitación.
En noviembre de 1995, Paul King entró en una tienda de alimentos en Plano (Texas) a comprar el almuerzo para sus compañeros de trabajo de la cadena Best Buy, cuando Saldaño, oriundo de Córdova, Argentina y Chávez lo amenazaron con un arma de fuego y lo llevaron a un lago cercano para después asesinarlo de cinco disparos realizados por Saldaño y robarle sus pertenencias, según la versión de la policía texana.
Saldaño fue juzgado en 1996 y, tras ser declarado culpable, fue condenado a muerte, mientras que Chávez recibió una condena de cadena perpetua.
En la audiencia para determinar la sentencia, el psicólogo Walter Quijano había afirmado que los latinos son más propensos a cometer crímenes y que el sistema carcelario tenía demasiados hispanos, algo que utilizaron los abogados contratados por el Gobierno argentino para que se anulara la sentencia, argumentando que ese testimonio estaba marcado por el racismo.
Pero tras un nuevo juicio, en 2004, Saldaño fue condenado de nuevo a la pena capital.
En un habeas corpus presentado en 2007 los abogados de Saldaño argumentaron que al convicto se le había negado la asistencia legal efectiva, un reclamo que el Tribunal de Apelaciones de Texas rechazó.
Un año más tarde, los abogados presentaron ocho argumentos por los cuales Saldaño cuestionaba la validez de su sentencia, tras lo cual el mismo Tribunal de Apelaciones de Texas aceptó solo uno de los alegatos del convicto y validó la sentencia de pena capital.
La madre de Saldaña, Lidia Guerrero, envió en 2013 una carta al papa Francisco, rogándole que intercediera para evitar la ejecución de su compatriota, y en dos ocasiones (marzo de 2015 y agosto de 2018) el máximo pontífice declaró públicamente su oposición a la pena capital en todos los casos.
En la apelación final ante el Tribunal Supremo, los abogados alegaban que la segunda sentencia fue resultado del deterioro mental del reo causado por su aislamiento durante su larga permanencia en el corredor de la muerte.