En un pronunciamiento, el órgano del Estado subrayó que obligar a dichas trabajadoras, por ejemplo, a cuidar a personas que pongan en riesgo su salud, vulnera las garantías de este sector.
Solicitó a quienes sean empleadores considerar la condición de salud de las personas trabajadoras del hogar y, en caso de estar en situación de riesgo, asegurar el pago de su salario íntegro, garantizar su empleo y contribuir con la cobertura de gastos médicos.
También urgió a exentarlas de asistir al lugar de trabajo en caso de no estar inscritas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); evitar aumento de la carga laboral dada la presencia de infantes en los hogares; y restringirse de obligarlas a que cuiden a personas que presenten síntomas.
"En contexto de medidas sanitarias, las condiciones laborales de las personas que trabajan en el hogar pueden estar en riesgo", advirtió.
"Las personas trabajadoras del hogar deben seguir las medidas sanitarias, entre ellas, lavado de manos constante y asegurar el uso de guantes para evitar el contacto directo con pañuelos desechables".
El Conapred recordó que históricamente este grupo ha enfrentado diversas situaciones de desventaja social y económica.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, reveló que 98 por ciento carece de contrato y 88 por ciento no tiene prestaciones económicas.
"Se solicita a las personas empleadoras (...) formalizar la relación laboral con contrato y participar en el programa piloto para asegurarlas al IMSS", agregó.