Quentin Tarantino es uno de los más afamados directores de Hollywood, pero seguir su vocación sin el apoyo de su madre no fue fácil, ya que no lo apoyaba en sus aspiraciones artísticas, lo que ocasionó una mala relación desde que él era un adolescente.
Tarantino es considerado como el “director más influyente de su generación”, como director, guionista, productor y actor de películas como “Pulp Fiction” que le valió un Premio Óscar en 1995, por el mejor guion original y “Django Unchained” en 2013; También fue premiado con tres Globos de Oro, por esas mismas cintas, así como por “Once Upon a Time in Hollywood”, en 2020. Pero en su prolífica carrera artística tiene innumerables de premios y reconocimientos, como su estrella en el Paseo de Hollywood.
Los padres de Tarantino, Connie Zastoupil y Tony Tarantino se divorciaron cuando él era un niño, por lo que su madre decidió criarlo sola. La relación madre e hijo fue complicada desde el principio, ya que su madre fue engañada por su esposo al decirle que era estéril antes de casarse; sin embargo, a los 16 años dio a luz al Quentin.
Furiosa por el engaño, Connie decidió divorciarse y criar sola a su hijo, alejándolo de su padre. Tarantino confesó que cada día su madre se volvía más exigente y lo presionaba por su futuro y educación, por lo que nunca apoyó sus aspiraciones artísticas.
“Estábamos en medio de una fuerte discusión cuando mi madre me advirtió ‘Ah, por cierto, esa pequeña carrera de escritor se acabó. ¡Esa m… se acabó! me dijo en tono sarcástico. Entonces yo me dije: ‘Bien en cuanto me convierta en director no verá un centavo mío’”.
El “Hijo Rebelde de Hollywood” decidió no compartir ni un centavo de su fortuna con su madre y aseguró que solamente una vez la ayudó con un problema de impuestos, pero nunca le ha dado más dinero o regalos.