Las cifras de muertes en hombres en México son alarmantes y tienen que ver básicamente con un modelo cultural de “masculinidad”, ya que, para demostrar su hombría y fortaleza, se enfrentan a una serie de cuestiones que van desde conducir un automóvil a temprana edad, hasta participar en agresiones.
Guillermo Núñez Noriega, investigador del Centro de Investigación, Alimentación y Desarrollo (CIAD) y doctor en antropología social, en México, explica que los hombres tienen tres veces más posibilidades de morir no por causas biológicas que las mujeres.
Entre las causas, la principal es por agresiones, la segunda por accidentes viales, le sigue el suicidio y finalmente las enfermedades de transmisión sexual como el VIH-SIDA. Las edades van de entre los15 a 29 años y de 30 a 50 años, en las que, por cada 100 mujeres, mueren 313 hombres.
A diferencia de las mujeres que mueren en manos de hombres, los varones se matan entre ellos, sean en agresiones, accidentes viales y peor aún, son culpables de las muertes infantiles de niños entre 1 y 4 años de edad. “Los hombres se matan entre ellos. Tenemos cifras como las de un país en guerra, en la mayoría de accidentes viales chocan o son atropellados y en el caso de los infantes que mueren, es porque el papá venía manejando”, expuso.
“En el caso de las agresiones, se dan desde enfrentamientos simples que ocasionan un choque en el que se hacen de palabras y que finalmente llevan a un homicidio o hasta en la incursión al narcotráfico”.
En esta última, es la población masculina la más vulnerable y no tiene que ver con el factor económico, sino con el crecimiento de la llamada narcocultura, en la que incursionan menores desde los 15 años de edad o incluso desde los 12 años. El escritor de siete libros relacionados con género, derechos humanos, vulnerabilidad social, entre otros, habló sobre la construcción de un ideal de masculinidad que se fomenta desde el seno familiar, con frases a los niños como: “si te pegan, pégales, ¿acaso no eres hombre?” o “te voy a dar una calentadita, a ver si aprendes”. El investigador ofreció una ponencia a académicos y docentes, dentro del Primer Simposio Regional Pedagógico Hacia una Cultura de la Paz, organizado por el Ayuntamiento de Cajeme.